Lin Che paró de frotar su cabello. Aún estaba asombrada al escuchar la suave música. Entonces, sintió una fuerte respiración acercarse a ella. Rápidamente se dio vuelta y vio al hombre parado en la puerta.
Él usaba una sencilla camiseta con cuello en V que mostraba su exquisita clavícula. Debajo llevaba unos pantalones de algodón que atenuaban su ferocidad. Ahora tenía una extraña y cálida aura.
Lin Che se quedó helada al ver al hombre en frente de ella. Él de pronto se acercó mientras sus profundos ojos contemplaban los ojos de Lin Che. Eran como diamantes brillando intensamente en una galaxia. Su sonrisa le dio una impresión de profundo afecto haciendo que sintiera un revoloteo en su pecho.
Gu Jingze la miró, sin saber que si era un arreglo especial hecho por Mu Wanqing o si era porque esta era la suite nupcial. La cama era grande y redonda y daba al lago artificial.