Lin Li levantó la mirada, vio a Qin Qing y le dijo de manera lastimosa:
—Qin Qing, Lin Che es demasiado. Ahora que está con Gu Jingze, está empezando a fastidiarme. Hoy me sacaron del centro comercial debido a ella. Fue muy vergonzoso. ¿Cómo me pudo hacer esto, a su propia hermana?
Qin Qing frunció el ceño y miró a Lin Li.
—No, Lin Che no es esa clase de persona. Debe haber algún malentendido.
Lin Li alzó la cabeza con desprecio.
—No hubo ningún malentendido. Estaba con mis amigas y a todas nos echaron. Ellas presenciaron todo.
—Para empezar, esas amigas tuyas no son buenas personas. No te beneficia salir con ellas.
—¿Qué? —Lin Li miró a Qin Qing. —¿Ahora estás defendiendo a Lin Che?
—No estoy defendiendo a nadie. Simplemente conozco a Lin Che y ella no es esa clase de persona.
—¿Así que entonces estas diciendo que yo soy esa clase de persona? —preguntó Lin Li obstinadamente.