Afortunadamente, el día de grabación transcurrió sin contratiempos y al parecer
no necesitaron quedarse un día más.
Cuando las grabaciones terminaron, abordaron el avión de vuelta. Qin Wanwan felizmente arrastró a Lin Che y le pidió que celebraran junto con el resto durante
la comida si es que no tenía nada que hacer esa noche.
Junto con el director y su equipo, el grupo de siete u ocho personas se dirigieron
a una discoteca para comer y cantar.
Era la primera vez que Lin Che estaba aquí con ellos. Qin Wanwan era muy sociable y podía hablar con quien sea. No se le subían los humos a la cabeza en absoluto. Lin Che se sentó a un costado y estaba observándolos cuando Qin Wanwan
se acercó.
—Es tu primera vez aquí. También hay mucha gente de la industria en este lugar.
Lin Che contestó:
—Sólo soy una novata así que no conozco mucha gente en la industria.
Qin Wanwan dijo: