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Cuando Wang Zheng llegó a la Estrella, todo estaba tranquilo. Aunque la superficie de la estrella no parecía haber cambiado mucho, había mucho desorden interno. Las patrullas en la ciudad habían aumentado.
Después de dejar la Estrella Titatitan por algún tiempo, Wang Zheng todavía estaba familiarizado con el lugar. Lan Ling y el resto se alegraron mucho de su llegada. De hecho, ni siquiera Lan Ling y Mu Sen sabían que Wang Zheng estaba aquí para ayudarles con sus problemas.
—Anciano Mu Sen, ¿cómo está la condición de Rara Durai? Llévame con él, por favor.
Wang Zheng quería confirmar la situación de Rara Durai. Mu Sen y Lan Ling habían pensado que Wang Zheng estaba aquí de vacaciones, pero en las circunstancias actuales, nadie estaba realmente de humor.
—Sígueme, entonces. Sus heridas son extrañas. No parecen tan graves, pero no se han curado.
