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Eso era como los niños jugando a las casitas. Yao Ailun claramente no tenía intención de quedarse en esta industria.
—Je, je, Sr. Yao, ¿cómo es que no puede cumplir las reglas? Usted no es un recién llegado, ¿cómo puede cambiar aquí y allá?
—¿No es esto un combate de entretenimiento? ¿Y quién dijo que no se permitían los cambios?
—No es eso. Necesitamos hacer promociones previas al partido, para cumplir con las peticiones de nuestros patrocinadores. Tenemos un estándar que respetar aquí.
—¡La persona que invité es del más alto nivel! —dijo.
El organizador a cargo, Lee Duo, carcajeó.
—Yo digo, Yao Ailun. Sólo mantén tu cabeza abajo y termina el último partido apropiadamente. Deja de hacer tonterías. Si no fuera por el bien del Viejo Ciervo, ¡nadie se molestaría en escuchar tu basura!
—Hablo en serio.
