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Después de no reunirse durante mucho tiempo, Yao Ailun había cambiado bastante. Aunque su estatura era la misma, era más maduro y de aspecto más capaz. Claramente trabajar en el exterior era diferente. Parecía que ahora tenía un poco de experiencia en la sociedad.
Era raro que los tres estuvieran juntos, y todos estaban de buen humor. Yao Ailun estaba bien, y se estaban divirtiendo. Si sólo Yan Xiaosu y Zhang Shan pudieran haber estado allí también.
Yao Ailun y Chen Xiu estaban muy interesados en la vida de la Academia X de Élite de Wang Zheng, y en lo especial de ese misterioso lugar. Wang Zheng también les habló de los lugares divertidos de Roland Garros.
—¡Maldición, nenas de la Alianza de las Nubes!
Después de un largo período, ambos se habían olvidado automáticamente de todo excepto de las chicas de la Academia X de Elite.
