Takumi sólo se rio, y sacudió la cabeza.
—Voy a luchar normalmente.
—Idiota. ¿No has visto al instructor Jiang Feng? ¿No es tu ídolo? Esta es una buena oportunidad, tal vez el instructor te favorezca, e incluso te dé algunos consejos. ¡O incluso te acepte como discípulo!
Long Ma comenzó a graznarle, y todo tipo de lenguaje salió a relucir. Si no le daba un sermón apropiado, ese Jar Jar Mi definitivamente golpearía a su oponente hasta la muerte, y eso sería un desperdicio de tan buena oportunidad.
—Snow, ¿Wang Zheng realmente ganará?
Ai Xiaolu sonrió, con los ojos llenos de emoción. Tenía que decir que su familia apoyaba lo que le había llamado la atención, y que le gustaba invertir, especialmente en la gente. Eso incluía a los hombres en el futuro, sin importar si eran naturales o criados.
Snow Li le pellizcó la cara a Ai Xiaolu: —Pequeña bribona, no me robes a mi hombre.
Ai Xiaolu guiñó un ojo.