El programa encuentros progresó muy suavemente. Pensando en los días en que acababa de entrar en la escuela, Wang Zheng y los demás también habían organizado tales actividades. Fue en ese momento que llegaron a conocer a Zhang Runan. Todo el mundo todavía recordaba cómo la evitaban. Ese recuerdo les devolvía las sonrisas.
Sus objetivos eran chicas de primer año. Eran muy vivas y guapas. Yao Ailun y Yan Xiaosu eran los que dirigían todo el programa de encuentros. Los dos charlaban y hacían reír a las chicas. Wang Zheng también estaba muy feliz. Eso fue muy animado. Al menos en la superficie, parecía haber encajado.
Después de comer, bajo la fuerte petición de Mi Ya y el grupo de chicas, todos decidieron ir al karaoke.