Qiangsen era ahora la persona principal recomendada por el poder al que pertenecían Meng Ao y los demás. Esperaban que hiciera un gran avance y rompiera con los viejos y feos hábitos del ejército del Sistema Solar.
Por supuesto, también había que admitir que solo personas como Qiangsen se atreverían a tomar una posición tan peligrosa.
Wang Zheng también estaba muy conmovido.
—Después de salir, me di cuenta de lo retrasado que está nuestro Sistema Solar. Para cambiarlo se necesitará de mucho esfuerzo.
Los ojos de Qiangsen brillaron y dijo: —Es precisamente por eso que más personas tienen que destacarse. Wang Zheng, tú representas el futuro de nuestro Sistema Solar, ¡tienes que aguantar!
—Hermano, no me asustes. Solo soy un estudiante con hombros estrechos. No puedo llevar mucho.
