El tiempo en la estación espacial siempre estuvo estrictamente regulado. Un nuevo día de entrenamiento había comenzado.
Entrenamiento de potencia, entrenamiento de resistencia, entrenamiento de fuerza física... el grupo de mercenarios los observó a todos desde la barrera.
—Corre bastante rápido.
—Los movimientos también son precisos.
—Lástima que sea solo un bonito caparazón. Al pelear con máquinas, no es más que comida.
—¡Ja, ja, ja, ja!
La risa era incesante.
Todos apretaron los dientes y se contuvieron. Este fue un entrenamiento de resistencia a la provocación. Ciertamente era importante en futuras batallas, pero saber eso no disminuyó la ira en sus corazones ni un ápice.