Su velocidad no era rápida, pero Wang Zheng no se atrevía a acelerar, pues no sería útil. En cambio, sólo perjudicaría a MengTian y a los demás, pues no podían mantener un ritmo más alto.
Notaba la respiración de su grupo. Cuando sus cuerpos pudiesen recuperarse del calentamiento, estarían bien.
En la pantalla, los demás participantes hicieron algo similar a unos grupos mientras avanzaban. La velocidad de los marcianos también disminuyó gradualmente. Media hora era suficiente para que la pasión se extinguiera, pues quedaban nueve vueltas. En contraste, las personas de la Luna mantenían una velocidad constante. Aquiles era como una luz eterna que iluminaba el camino de su multitud.
El mismo Aquiles también marcaba el paso del grupo.
Lear había tenido un desempeño decepcionante en su propia carrera. El liderazgo, que era el punto focal del entrenamiento, no resultaba evidente en él. ¿De qué servía ser rápido solo si dejaba atrás a su asistente, LuoFei?