Al frente iba alguien con el uniforme de la Universidad Luz de la Luna. Tenía un cuerpo perfecto y el atractivo de un dios con un rostro en el que abundaba solidez. Parecía arrogante y confiado. Sus gestos exudaban una sensación que parecía indicar que nadie podía vencerlo. Era un encanto único de confianza extrema, como el protagonista de las novelas aristocráticas. No necesitaba presentarse, pues resultaba obvio para todos que era Aquiles, de la Luna.
El segundo salió de la nave. Era una chica hermosa con un cuerpo sensual, como una llama. A primera vista parecía que el pimiento más picante de la galaxia explotó en el cuerpo del espectador. Cualquiera estaba dispuesto a quemar todas sus posesiones por ella. Lie Xin, de la Academia de Guerra Sagrada de Marte, y también la descendiente más fuerte de la familia Lie.