Justo cuando Yu Lili terminó con el primer plato y lo cubrió, Jiao Ziqing llegó a casa con sus frutas. Jiao Ziqing se paró en el fregadero en la parte de atrás para lavar las frutas mientras Yu Lili continuaba salteando sus platos y hirviendo la sopa. Ninguno de los dos dijo una palabra.
Inesperadamente para Yu Lili, el silencio no fue incómodo ni incómodo.
Cuando todos los platos estuvieron listos y Yu Lili los hubo puesto sobre la mesa, se dio la vuelta y gritó: "Tía, puedes decirle al tío que la cena está lista. Traeré a Ou Ming".
Jiao Ziqing estaba sentado en el sofá. Ella no respondió ni reaccionó. Yu Lili sabía que Jiao Ziqing tenía sus reservas sobre ella, pero no esperó a que respondiera antes de dirigirse a la habitación.
Cuando Ou Ming escuchó movimiento, supo que ella vendría. "¿Como estuvo?"
"La cena está lista. Vamos", dijo Yu Lili.
