Cheng You estaba mortificada. Quiso cubrirse la cara, pero la pareja ya la había visto. Con una sonrisa incómoda, los saludó:
—Hola, señor y señora Li...
—Ustedes son... —mencionó Li Sicheng señalándolos, mirando cómo se agarraban de la mano.
—Sí, ahora estamos juntos —respondió Rong Rui con una sonrisa y elevando sus manos agarradas.
—¿Quién está contigo? ¡Sinvergüenza! —expresó Cheng You, enfurecida; su rostro estaba enrojecido mientras intentaba que él la soltara—. ¡Suéltame!
Él seguía sin moverse, por mucho que ella le arañara. Miró a Li Sicheng y preguntó:
—¿Por qué están aquí?
Li Sicheng no quería explicarse delante de él. Miró a Rong Rui sin decir nada. Después, miró a Cheng You y mencionó:
—Señorita Cheng, no sabía que le gustaban este tipo de hombres.
Al oírlo, Su Qianci intentó reprimir su risa y le dio un codazo a su marido.
