—La misión se ha complicado.
Cuando recibió la llamada de Cheng You, eran más de las siete de la tarde. Li Sicheng soltó sus palillos y sus ojos se enfriaron.
—¿Qué quieres decir?
Cheng You le explicó la situación a Li Sicheng y después mencionó:
—Por suerte, el detective se quedó con la tarjeta SD.
—Consíguela.
—¡Sí!
Cuando Cheng You y el detective llegaron a casa de Li Sicheng, eran aproximadamente las nueve de la noche.
Su Qianci estaba concentrada en su ordenador portátil, sentada en el sofá. Li Sicheng estaba terminando algo de trabajo. Parecían en armonía los dos juntos. Sonó el timbre y Su Qianci se levantó y fue hacia la puerta. Li Sicheng también dejó de hacer lo que estaba haciendo. Mientras entraba en la casa, el detective se sintió algo avergonzado de enfrentarse a Li Sicheng, así que se quedó alejado y con la cabeza baja. Cheng You le entregó la tarjeta SD a Li Sicheng.
