Yu Lili pasó con su currículum por casi todos los centros de empleo en la capital. Sin embargo, o el trabajo no era adecuado para ella o el salario era demasiado bajo. El salario más alto ni siquiera alcanzaba a ser un salario mensual de cinco mil. En una ciudad como la capital, le quedaría poco dinero después de que ella pagara la comida y el alojamiento. Por eso, después de un día entero, no se logró nada.
Yu Lili sintió que había tocado fondo. Incluso cuando llegó por primera vez a la ciudad y su compañera de cuarto le estafó más de un millón, no estaba tan triste como ahora. Indigente.
Cuando se mudó del orfanato por primera vez, el director dijo que ella no parecía alguien con buena suerte. En ese momento, ella sonrió. Quién hubiera dicho que ella caería en tal situación.
