Casi todos los ojos estaban fijos en el lugar donde sonó el disparo. En ese lugar, un anciano que claramente tenía más de 70 años estaba de pie, a lo lejos en una postura militar estándar, con una pistola en la mano. Parecía un árbol de pino, recto y sobresaliente. Con pelo corto gris y espalda recta, era un árbol que había estado en pie durante siglos. En este momento, sosteniendo el arma con ambas manos, el hombre miraba el frente con dureza. Sus ojos observaban a Tang Mengying con indiferencia y decisión.
Al ver al capitán Li, todos soltaron un grito. ¡Nadie esperaba que fuera él quien había disparado!
Tang Mengying tenía sangre saliendo de su pecho. En este momento, no tuvo tiempo de mirar al anciano, sino que se volvió hacia un lado y miró a Su Qianci.
