Nadie esperaba que Li Sicheng respondiera a su pregunta. Su respuesta fue aún más inesperada. ¿Para recoger a su esposa? Estaba en la universidad, así que ¿su mujer aún estudiaba? Eso era imposible. Era más plausible que fuera profesora en ese campus.
Todo el mundo estaba sorprendido de ver a Li Sicheng. Él, por otro lado, caminó directo hacia Su Qianci. ¿Qué estaba ocurriendo? Li Sicheng, que nunca se había preocupado por ninguna mujer, ¿se dirigía a esa belleza promiscua del campus? Todos sintieron que el cerebro les dejaba de funcionar.
Su Qianci también se quedó en shock al ver acercarse a Li Sicheng.
Con una mirada profunda, Li Sicheng se paró frente a Su Qianci y le preguntó:
—¿Ya se han acabado las clases?
Corto pero conciso.
Sí, ¡Li Sicheng estaba hablando con la señorita Su! Esa inesperada frase hizo que los fotógrafos se volvieran locos. Empezaron a tomar fotos de forma incansable.
Un reportero respiró hondo y preguntó:
