Sus ojos se llenaron de lágrimas al ser tocado por sus palabras.
Se sentía como si hubiera tenido más y más momentos emocionales desde que se casó con él. ¿Cómo podría no admitir que ya se había enamorado de él?
—Usted es la mejor persona para mí en éste mundo, señor Mu. —dijo emocionalmente.
Aprobando lo que dijo, él sonrió y la abrazó con fuerza. Sin embargo, nunca le diría que estaba dispuesto a consentirla y compartir su felicidad porque realmente la amaba. Apreciaba el calor que ella le proporcionaba. Su amor por ella era suficiente para crear un solo mar.
Ella era el mar, mientras que él era el pez en el mar.
Tal vez ella todavía podría sobrevivir si lo dejara, como avanzó después de que Han Yifeng la dejó, pero si ella lo dejaba...