Xi Xiaye observaba cuidadosamente la expresión de Mu Lingshi cuando hablaba.
Mu Lingshi sollozó mientras asentía. —Realmente no lo entendí antes, pero lo entiendo ahora. Mi madre me habló durante toda la noche de ayer. Sé que todos ustedes están haciendo esto por mi bien. Estoy haciendo todo lo posible para superar esto también.
—Hmm, es genial que tengas esta mentalidad. Creo que puedes hacerlo. Has sobrevivido a batallas más difíciles, esto no es nada —con un tono de voz tan cálido, Mu Lingshi asimiló las palabras de Xi Xiaye con facilidad—. Recuerdo que me sentí muy devastada cuando mis padres se divorciaron porque aún era una niña pequeña. Estuve bajo la custodia de mi padre después de que se divorciaran, pero él estaba tan ocupado que casi no tenía tiempo para mí. Todos los días, tenía miedo del anochecer porque me hacía sentir que había perdido todo y que estaba sola en éste vasto mundo.