Él no pudo evitar comentar: —Mu Yuchen y tú realmente se aman profundamente.
Xi Xiaye se sorprendió por un momento, pero ella sólo sonrió y respondió casualmente: —Oírte decir eso me recuerda algo. Tal vez es hora de que tengas una compañera. Te vigilaré por eso.
—No estoy interesado en conseguir una en éste momento. Esperaré hasta que mi carrera sea segura. —Qi Lei suspiró mientras se sentía bastante perdido e indefenso en ese momento. No podía tener una visión clara de su propio futuro, como si una espesa niebla estuviera nublando su visión.
—No está mal tener a alguien más que te cuide. Ten eso en cuenta —Xi Xiaye hizo una breve pausa—. Creo que es más fácil seguir adelante cuando tienes a alguien más contigo. ¿No lo crees?
—No lo sé. Siempre he estado solo, hasta donde mi memoria recuerda
Dejó de hablar mientras Xi Xiaye lo estudiaba con una expresión sombría. Insegura de lo que pasaba por su mente, ella tampoco dijo nada y aceleró.