Ella lo fulminó con la mirada, pero luego decidió no enojarse cuando vio su cálida sonrisa.
Era raro que pudiera poner una sonrisa tan despreocupada. Ella pensaba que podía ser bastante estúpida a veces. Aunque él tenía defectos por todas partes, a ella no le importaba mientras él continuara amándola para siempre.
Ella decidió que cuidaría al Sr. Mu para siempre.
Sabía muy bien que él sólo presentaría su yo vulnerable ante ella. Aunque podría no ser fuerte, aparte de quedarse a su lado, quería que él supiera que estaba dispuesta a cargar con él.
—Todavía soy tu esposa y la madre de tu hijo. —su voz era cálida, pero sus ojos todavía estaban enfocados en el camino por delante en lugar de mirarlo.