Todavía estaban a inicios de primavera. El cielo estuvo brillante anteriormente pero, por la noche, de repente se volvió sombrío. Sin que nadie se diera cuenta, el cielo se encontró cubierto por una neblina acompañada por sonidos de truenos amortiguados.
El trabajo había terminado, por lo que toda la oficina estaba en silencio. Cuando Mu Yuchen salió de la oficina, Li Si y el automóvil arreglado estaban esperando en la entrada.
—Maestro, el regalo está preparado ¿Vamos a ir ahora mismo?
Inicialmente, decidió asistir a la fiesta de cumpleaños de la hija de un compañero. A Mu Yuchen no le gustaba beber en fiestas como esas. Sin embargo, debido a que todos estarían presentes en tales ocasiones, no le haría ningún bien rechazarlos por adelantado, por lo que estuvo de acuerdo. Como asistente principal, naturalmente, Li Si tenía que recordar bien estas cosas.
—Atiéndelo por mí. Hoy quiero irme a casa más temprano.
