Xi Xiaye frunció el ceño mientras lo pensaba antes de asentir. —Le preguntaré al respecto ¿Qué hay de ti? Si Qi Qiming envió a Gu Lingsha para manejar éste proyecto, ¿qué pasará contigo?
Qi Lei sonrió y cerró los ojos. —¿Qué puedo hacer? Haré lo que pueda.
—Qi Qiming... ¿Por qué tiene un sesgo tan grande contra ti? No debería tratarte así, incluso si realmente favorece a Qi Feng —Xi Xiaye miró directamente a Qi Lei—. No importa qué, sigues siendo su hijo.
Si no fuera por la similitud de Qi Lei en apariencia con Qi Qiming, Xi Xiaye dudaría seriamente que Qi Lei fuera en realidad el hijo de Qi Qiming. No había necesidad de verificar. ¿Cómo no podrían serlo?