Como Han Yifeng parecía frío y decidido, el Secretario Wang no tenía palabras para refutarlo. Han Yifeng luego le dio una explicación rápida.
—Esta es la única forma en que puedo escapar temporalmente. Todos los esfuerzos que hice recientemente fueron para llegar a éste día. Quiero vivir mi propia vida, así que les dejaré las cosas aquí. Estoy realmente cansado... Eso es todo.
El Secretario Wang se quedó sin palabras, así que sólo asintió.
Le llevó aproximadamente una hora volver en auto a la Residencia Han.
Han Yu y Huang Ziyao estaban en reuniones mientras el anciano Han había ido a la casa de un amigo. Se aseguró de que estuvieran fuera cuando regresó, por lo que sólo los sirvientes y su hijo quedaron en la enorme Residencia Han.
—Maestro, ¡has vuelto!
Los sirvientes estaban felices de ver a Han Yifeng. Había pasado mucho tiempo desde que había dado un paso dentro de la Residencia Han, por lo que estaban contentos.
