La expresión de Ah Mo cambió cuando vio la figura de Qi Lei. El recelo brilló en los ojos de Ji Zitong mientras miraba a Ah Mo.
Los dos intercambiaron una mirada y luego sus ojos se fijaron en Qi Lei, quien se acercó a grandes zancadas.
Qi Lei no pareció notar sus miradas. Se detuvo casualmente al lado de Xi Xiaye.
—Pensé que la persona encargada de su funeral sería Xi Xinyi, pero resultaste ser tú.
Qi Lei dejó las flores delante de la lápida de Deng Wenwen. Se enderezó mientras hablaba con una sonrisa curva en sus labios. —Escuché que la familia Han ha estado ocupada organizando un banquete recientemente. Con éste asunto inesperado, tienen que elegir una nueva fecha.
Xi Xiaye no respondió y sólo se rio burlonamente.