Deng Wenwen luchó arduamente. Finalmente abrió los ojos y la miró por un largo rato. Su frágil mano tembló cuando alcanzó a Xi Xiaye, quien estaba a su lado, y su respiración se volvió un poco acelerada. Ni siquiera tenía la energía para decir una palabra, ya que todavía estaba jadeando fuertemente.
Cuando Xi Xiaye vio que esa mano la alcanzaba, se quedó en silencio por un momento antes de que finalmente suspirara y extendiera la mano para sostener suavemente su puño curvado. Ese obstinado aire de mantenerla a distancia podía sentirse a través de las palmas. Xi Xiaye también podía sentir su mano temblando suavemente en sus palmas ligeramente cálidas.
Deng Wenwen respiró apresuradamente varias veces mientras miraba a Xi Xiaye con mucho esfuerzo. Había algunas gotas de agua en la esquina de su boca mientras hablaba con mucha dificultad. —Gracias... gracias por venir... estoy... lo siento...
