Shen Yue se acercó. Tomó la mano de Mu Yuchen y la puso sobre la de Xi Xiaye mientras una sonrisa se extendía por su rostro. —Ustedes dos han tomado su certificado de matrimonio y ahora la boda está completa. Sean buenos el uno con el otro y cuídense entre ustedes, ¿de acuerdo?
Xi Xiaye lloró un poco al escuchar a su abuelo. Ella asintió. —¡Lo entiendo, abuelo!
—No te preocupes, déjala en mis manos. Nunca la decepcionaré. —Mu Yuchen sostuvo las manos de Xi Xiaye y sonrió.
—La dejaré en tus manos entonces. —Shen Yue dio unas palmaditas en sus manos mientras su voz se calmaba.
—Está bien ahora. Xiaye se ha casado con la familia Mu, ¿entonces de qué hay que preocuparse? Casi nos convertimos en consuegros en ese entonces. Ahora, todos están felices. Creo que terminó bien. Qué Xiaye se haya casado con Chen Er es genial. ¡Estoy muy feliz ahora mismo! No me importa. Ustedes dos necesitan darme un bisnieto pronto. ¡No se preocupe por nada más!
