Ella volvió a sus sentidos cuando sintió que su brazo se adormecía un poco. Él se veía un poco mejor cuando ella escuchó el sonido del timbre de la puerta.
Debe ser el Dr. Zhong.
Xi Xiaye se levantó y pasó un tiempo tratando de soltar su mano de la de él. Luego le puso la mano en la frente nuevamente. Todavía tenía bastante temperatura, así que suspiró preocupada.
Ah Mo estaba con el Dr. Zhong cuando ella bajó las escaleras.
—¡Señora! ¿Cómo está el Maestro? —Ah Mo preguntó con ansiedad, sus cejas se juntaron.
Xi Xiaye se hizo a un lado y los dejó entrar. —Acabo de darle un medicamento para la fiebre, pero no le ha bajado. Subamos primero.
—El Maestro se mantuvo en la brisa por bastante tiempo durante la inspección de hoy. Creo que se resfrió. Dr. Zhong, por favor, revíselo rápido. —Ah Mo siguió a Xi Xiaye al segundo piso.