Ella miró con nostalgia los árboles de mango, sintiéndose triste.
Inesperadamente, todos estos años pasaron muy rápido. Tan rápido, que ni siquiera tuvo tiempo de recordar. Se sentía como si la ceremonia de graduación hubiera sido ayer. ¿Quién podría haber imaginado que los siguientes diez años y más pasarían así?
Él levantó la vista ligeramente y siguió su mirada para inspeccionar los árboles a ambos lados. De repente, su rostro brilló con una leve sonrisa cuando dijo con mucha calma: —Estos árboles los plantaron durante mi año, pero ahora crecieron bastante altos. Sin embargo, todo aquí todavía se siente muy familiar. No es tan diferente a como era. La reforestación del campus ahora se ve un poco mejor.
Xi Xiaye asintió alegremente, estando de acuerdo. —Es el lado oeste que parece haber tenido bastantes bloques nuevos de edificios escolares...
—Vamos a echar un vistazo al campo.
