Xi Xinyi miró a Deng Wenwen antes de observar la mirada preocupada de Yue Lingsi. Ella cerró los ojos y apretó los puños ligeramente. —¿Qué deberíamos hacer ahora? Parece que mi hermana no va a dejarlo pasar. Ella...
—¿Cómo llegó ese 17% de las acciones a su nombre? Esa es una gran suma de dinero. ¡Es imposible que ella lo haya podido comprar! ¿De dónde vino ese dinero? ¡Madre, creo que algo sospechoso ocurre aquí! —Yue Lingsi lo pensó un poco y luego expresó sus opiniones.
—Probablemente tenía un trato desconocido con Glory World. ¿No viste el comportamiento de LiuLingyu en éste momento? Sólo podemos sentarnos a mirar, ahora que las cosas llegaron a esta situación. Nuestra principal prioridad en éste instante es colaborar estrechamente con Qi Kai. Lingsi, hija Xin, tienen que esforzarse más en eso.—concluyó Deng Wenwen, exhausta, mientras la ansiedad estaba escrita en su rostro.