Los ojos de Dongfang Liuyun se oscurecieron, pero su expresión no cambió. Ella respondió con indiferencia: "También dijiste que era algo bueno, ¿no?"
"Pero, Cuarta Dama... Si haces eso, tú..."
En toda la Residencia Dongfang, el Sr. Xavier estaba muy consciente de lo que estaba sucediendo debajo de la mesa, como corrientes subterráneas. En comparación con el simpático Dongfang Rouer, admiraba la humildad y la madurez de la Cuarta Dama y admiraba su capacidad.
Sin embargo, Dongfang Rouer tampoco fue tan simple. Dongfang Xin, su hermano mayor, junto con Dongfang Yu, el hijo del segundo hermano, eran los oponentes más fuertes de Dongfang Liuyun y habían estado luchando por el puesto. En la superficie, habían sido cordiales todos estos años, pero cuando se corrieron las cortinas, fue como una batalla a muerte.
