Cuando las luces ya se estaban apagando, el auto pasó rápidamente. A través del espejo lateral a la derecha, se podía ver a Dongfang Liuyun avanzando por la acera. Parecía estar molesta hoy.
Desaceleró inconscientemente y finalmente detuvo el auto a un lado. Luego bajó la ventanilla, extendió la mano y abrió la puerta del asiento del pasajero. Después de eso, simplemente se sentó en el auto y esperó en silencio a Dongfang Liuyun.
"¡Entra!" Cuando se acercó, la voz audaz de Qi Lei hizo que pareciera que no había lugar para el rechazo.
Dongfang Liuyun se detuvo en sus pasos y frunció el ceño. Vio que Qi Lei ya se había recostado en el asiento del conductor con una expresión determinada. Finalmente, lo pensó y se subió al auto después de todo.
Cerró la puerta y se abrochó el cinturón de seguridad mientras Qi Lei encendía el auto.
