Cuando Xi Xiaye sonaba incómodo, Mu Yuchen frunció el ceño.
Momentos después, dijo: —Que no cunda el pánico. Ah Mo está en la Ciudad B en este momento. Haré que averigüe lo que pasó. No dejes que nadie más lo sepa primero. Lo solucionaremos una vez que averigüemos que pasó.—
—Yo también lo creo. No estoy seguro de si Qi Qiming ya lo sabe, pero apuesto a que no. Por cierto, tengo algo más que decirte. Gu Qiwu vino a visitarme hace algún tiempo sobre Lingshi. Dijo ... —Xi Xiaye no se olvidó de contarle sobre eso, ya que necesitaba consultarlo sobre qué hacer.
Mu Yuchen ya descubrió lo que estaba considerando Gu Qiwu. Puso una sonrisa fría. —Solo está tratando de usarte para que me recuerdes. Solo ignóralo—.