Doris se quedó sin palabras. Ella apretó sus puños y miró fríamente a Gu Qiwu.
En ese momento, Gu Qiwu sólo respiró profundamente y se calmó mientras sus ojos volvían a la tranquilidad, mirando silenciosamente a Doris. Forzó una sonrisa y dijo, "Doris, no digas que no me importas. Deberías saber cuántas oportunidades te he dado todos estos años, pero aparte de conspirar contra mí, ¿qué más has hecho?"
La expresión de Gu Qiwu mostraba pena e impotencia. Con su mano cubriendo suavemente la taza de té, hizo una pausa y luego continuó, "Abandoné a Mu Zi y a mi propio hijo por ti. No niego que fue por la Corporación Hui Gu entonces, pero ¿realmente pensaste que sin ti, la Corporación Hui Gu no sería capaz de seguir adelante? ¡Si ese fuera el caso, entonces podrías haber pensado demasiado bien de ti misma!"