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—¿No es este... Qi Lei? Sólo han pasado unos pocos años, pero te has vuelto más y más guapo y tienes algo del encanto de tu padre desde su juventud.
La persona que había hablado era Doris. Estaba evaluando casualmente a Qi Lei en ese momento, sus ojos azules contenían una débil ternura y admiración.
—¡Hola tío Gu, tía Gu! ¡Padre!
Qi Lei estaba siendo muy respetuoso con Qi Qiming. Sonrió y saludó a Gu Qiwu y a Doris.
Qi Qiming asintió con satisfacción, actuando también como un padre cariñoso mientras sonreía y miraba amorosamente a Qi Lei. —Gracias por tu duro trabajo. Tu hermano y tu cuñada deberían llegar pronto con el coche, ¿verdad?
Al oír eso, Qi Lei sacó su teléfono de su bolsillo para echar un vistazo, y luego respondió, —Ya casi es la hora. Deberían llegar pronto. Sólo estamos esperando a que nuestros invitados VIP hagan su entrada.
