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—¿Cómo están las cosas en casa? —preguntó Mu Yuchen inmediatamente, bajando su mirada para que Ah Mo no pudiera leer sus ojos.
—El abuelo no está muy bien. Ayer se encerró en el cuarto de estudio tan pronto como llegamos a casa. No dijo una palabra o nos dejó entrar. Padre estaba preocupado de que algo pudiera pasar, así que abrió la puerta y vio que había estado hojeando los viejos cuadros de la abuela. Parecía estar fuera de sí. Hicieron que el doctor le diera un sedante antes de que se durmiera. Cuando fui hoy, todavía estaba dormido. —dijo Ah Mo con un tono solemne.
» Lingshi se ha desmoronado. No deja de gritar que quiere buscar a Gu Qiwu para ajustar cuentas, pero... Padre ha estado conteniendo su dolor y consolándolos. Me temo que los arreglos del funeral...
