El tono de Shen Yue era sincero y serio. Xi Xiaye prestó atención a su consejo y asintió. —Entiendo, abuelo.
—Bien, mi padre y mi madre estarán de vacaciones pronto. Deberías estar preparado para que mamá te lleve de viaje. Mu Yuchen ya ha arreglado todo en Francia, así que tendrás que ir. No te apresures, tómate tu tiempo. Oh, deja que Xiao Rui te acompañe también. Realizaremos todos los procedimientos necesarios en los próximos dos días. Haré que Mu Yuchen reserve sus boletos de avión esta noche.
Xi Xiaye quería que tuvieran un descanso adecuado, especialmente Shen Yue.
Shen Yue asintió sin rechazar la oferta. —Muy bien, entonces te lo dejaré a ti. Trae a Xiao Cheng a casa cuando puedas. No he visto a ese pequeño en medio mes. ¡Quiero ver si se ha vuelto más gordito!