Todo el mundo lucía sombrío. Todos entendieron que no podían matar a todos los No Muertos: el Behemoth Fantasma de Rango Celestial a la carga, el Chamán de la Muerte de Rango Celestial al mando, así como los interminables Hombres Bestia No Muerto. Se podría decir que esta fue una formación perfecta.
Lo suficientemente perfecto para aplastarlos. Pero ahora parecía que estos enemigos no los dejarían ir. Sus hechizos podrían fácilmente destrozar a los Hombres Bestia No Muerto en montones de huesos.
Pero todos entendieron claramente que los que perderían una batalla de desgaste serían ellos mismos. No había criatura viviente en el mundo que pudiera vencer a un No Muerto en términos de resistencia. Estas incansables formas de vida no-muertas que no necesitaban comer, beber o dormir podían perseguirlos sin parar durante unas pocas docenas de años.
