A Lin Yun apenas le importaba. Vio la actitud que las dos Almas de Ancestros tenían hacia el pequeño lobo y supo que, aunque les dieran mil años para engañarlo, a este le bastaría echarse un pedo para que los otros dos se arrodillaran temblando.
Lin Yun abrió el Sendero Interdimensional e hizo que los otros se marcharan, para luego ir tras ellos.
De regreso a la Cabina del Capitán, el grupo comenzó a discutir acerca de dónde debían ir después.
Hasta Zeuss se unió a la discusión.
―Deberíamos apresurarnos a salir de este plano, el Intrepid es demasiado maligno...
Zeuss no tenía ningún buen presentimiento sobre él. Lo único que quería era regresar y encontrar un lugar para descansar y recuperar sus fuerzas. Eso era lo más importante para él en ese momento.
Xiuban seguía pensando en el rizoma de la Flor de Sangre de Dragón y argumentaba que debían derribar todo el Intrepid.