La niebla se condensaba alrededor del estanque de maná, de ella brotaban gotitas que caían al suelo de manera continua y convergían en el estanque de maná.
Lin Yun se acercó y solo le hizo falta tomar una bocanada de aire para que su Matriz Mágica girara un poco y la gran cantidad de maná se transformara en un torbellino que arremetió contra él. La cantidad considerable de maná que había consumido antes se recuperó con esa simple inspiración.
Hasta el maná que estaba fuera de su cuerpo parecía estar intentando acercarse a él.
Los demás recuperaron el suyo sin ninguna meditación.
Zeuss abrió los ojos y miró el estanque de maná que tenía delante, con las manos temblorosas. Ya había perdido todo su maná, pero seguía de pie en el lugar. Aún podía sentir el abundante maná que había en el aire.
Nunca había visto un maná tan denso en toda su vida y, sobre el estanque, caía una llovizna que nunca acababa.