Pero Weiss sabía que Suval tenía alguien que lo apoyaba en la Torre Negra. Era alguien de quien incluso el señor Harren desconfiaba o, de lo contrario, no habría complacido a Suval una y otra vez. Era muy posible que la Torre Negra pusiera una gran presión sobre ese joven mago después de ese asunto.
Pero, justo mientras Weiss pensaba en eso, el entorno cambió por completo.
Ese era el tipo de cambio que podría matar a un Alto Mago con facilidad, mientras un aterrador poder mágico se extendía como si fuera niebla. Podían ver a simple vista cómo la energía ilimitada fluía e inundaba todo. En un instante, ese antiguo bosque se convirtió en un océano de maná.
Ese era un poder mágico con una intensión asesina ilimitada. En cualquier otro lugar, en un entorno diferente, encontrar una cantidad de maná tan enorme entusiasmaría a cualquier mago. Pero ahora, solo quedaba el miedo.