En los días siguientes, ese equipo formado por las tres fuerzas principales se fue adentrando gradualmente en aquel extraño y primitivo bosque. Incluso durante el día, la luz del sol apenas podía atravesar las abundantes hojas que cubrían el cielo y dotaban a todo el bosque de una atmósfera sofocante.
Cuanto más se internaban, más densa era la vegetación y los hacía parecer hormigas. Aunque todos tenían cuidado y trataban de hacer el menor ruido posible, el equipo todavía era blanco de frecuentes ataques de bestias mágicas.
Ese lugar era un hábitat de antiguas bestias mágicas y, desde que habían entrado en ese bosque primitivo, muchas bestias mágicas que solo existían en registros antiguos y que ya se habían extinguido empezaron a aparecer ante ellos una detrás de la otra.