―Alto, Alto Mago Mafa...
Cuando entraron por primera vez en la Fortaleza Demonio de Fuego, el primer conocido que Lin Yun encontró fue Lahn, quien había ido al Plano del Invierno con él. Pero ese Archimago de nivel cuatro tenía un nerviosismo anormal cuando se encontró frente a Lin Yun. Le caían gotas de sudor por la frente.
No había nada que hacer, el joven mago había dejado una profunda sombra en su mente, no se atrevía a enfrentarlo, en especial después de lo que había pasado con los Fantasmas de Nieve. Había estado seguro de que moriría y, por esa razón, había dejado salir todo el resentimiento que tenía hacia el joven mago.
El solo hecho de pensar en eso lo hacía sudar. Había estado intranquilo los últimos días, preocupado por el hecho de que el joven mago le causara problemas.
Incluso sintió que debía pedir a la Tierra Ancestral que lo trasladaran fuera del Plano Llama Embravecida.