La familia Merlin obtuvo beneficios insondables en la colaboración reciente y ocupó casi el setenta por ciento del Valle Fantasma, parte del cual era muy adecuado para las plantas, por lo que habían planeado utilizar esa zona para cultivar algunas hierbas medicinales. También había más de diez ricas vetas de mineral, y cada una de ellas representaba una riqueza inimaginable. Lo más importante era que los recursos del Valle Fantasmas eran casi inagotables.
Tanto las vetas de mineral como las hierbas medicinales habían nacido del denso maná y, ahora, la densidad de maná del Valle Fantasma se había casi triplicado con respecto a sus orígenes. Solo en el último período, la familia Merlin había enviado a más de diez Grandes Alquimistas para formar un equipo que comprobara las vetas de mineral y, en unas pocas áreas, habían encontrado algunas rocas ligeramente brillantes, que eran signos de que se habían formado aún más vetas de mineral.
