―Alto Mago Mafa, ya hemos atraído a todos los Mamuts del Campo de Hielo al lugar que señalaste. ¿Qué sigue ahora...? ―Thorne, que estaba cubierto por una gruesa protección de aura, gritó con el rostro pálido y, en su voz, pudo sentirse su ira.
La situación actual no era muy optimista. En la última media hora, todo el mundo había seguido el plan del joven mago y había utilizado una gran cantidad de maná. Tras sufrir incontables penurias, llevaron a todos estos Mamuts del Campo de Hielo al lugar que el joven mago había designado, pero, luego de eso, este no dijo nada, como si ni siquiera hubiera sido él quien había ideado el plan. Eso hizo que se desatara la ira de Thorne.
Esta vez, todos, incluyéndolo a él, habían usado toda su energía y serían capaces de aguantar como mucho diez minutos más. Una vez que se quedaran sin maná, su único destino sería la muerte.
Bajo tales circunstancias, era realmente incapaz de mantener la calma y se sentía preocupado.