Después de ver la silueta regordeta de Fario desaparecer en la distancia, Lin Yun
se giró y miró a los dos matones de Jimmy. —¿Aún no se marchan? ¿Están
esperando que los invite a quedarse a cenar?
Los dos estúpidos matones salieron de su estupor con las palabras de Lin Yun.
—Eh... Estamos en camino, nos vamos.
Una vez que los matones se llevaron a Jimmy, la casa recuperó su tranquilidad y
Lin Yun guió al mayordomo a una silla. Los moretones en su brazo fueron
vendados. Todavía estaba frunciendo el ceño mientras murmuraba: —Joven
Maestro, las 8000 unidades...
—No te preocupes, puedo manejarlo —respondió casualmente Lin Yun. En
realidad, no tomaba en serio una deuda de unas meras 8000 unidades de oro. La
razón detrás de ello no era porque el concepto de moneda hubiese caído en
desuso cerca del fin del mundo. De hecho, Lin Yun deseaba dinero más que
nadie. Lo anhelaba desde que tuvo su buena cuota de gente peleando hasta la
muerte por un poco de agua fresca. Su situación era muchísimo mejor ahora.
Mientras fuera lo suficientemente rico, podría comprar todo lo que quisiera o
necesitase.
En realidad, 8000 unidades no era mucho, por lo menos para alguien que estaba
muy por encima de los magos de esta era. Pagar las 8000 unidades no le costaría
mucho trabajo, ya que tenía muchas formas de conseguirlo en tres días.
Apenas había logrado escapar del fin del mundo mediante una transmigración,
había terminado en un cuerpo desconocido y finalmente fue confrontado hacía
momentos por Fario y Jimmy. Después de todo esto su mente era un desastre.
¿Cómo podría tener tiempo de pensar en esas 8000 unidades de oro?
Pero el hecho de que a él no le importara, no significaba que a su mayordomo
tampoco le importase. Al ver la cara despreocupada del Joven Maestro, el anciano
mayordomo le advirtió: —Joven Maestro, no podemos juntar esa suma en este
momento. Para compensar las pérdidas, ya hemos vendido todas nuestras
propiedades e indemnizado a las familias de los fallecidos. En realidad, no
tenemos dinero.
—Acabo de recordar que cuando mi padre vivía, puso un negocio de alquimia a mi
nombre, ¿no es así? —Lin Yun había visto los recuerdos de Mafa Merlin y pensó
que este hecho era bastante interesante. Aunque el negocio estaba a su nombre,
normalmente lo dirigía la gente de Locke Merlin. La única cosa que su padre había
hecho era facilitarle la compra de materiales mágicos y reactivos.
—El negocio de alquimia aún está ahí, pero...
—¿Pero?
—Pero después del accidente marítimo, los tres alquimistas se fueron. No les
culpo. Con la situación actual de la cámara de comercio Oro Destellante, debían
pensar en ellos mismos —explicó el mayordomo mientras sacudía la cabeza. La
parte más importante de cualquier tienda de alquimia eran los alquimistas. Locke
Merlin había gastado una gran cantidad de dinero para conseguir a aquellos tres
alquimistas, que estaban en la cima de todas las otras cámaras de comercio de la
ciudad de Mil Velas. Si se hubiesen quedado, quizás no hubieran podido lograr
que la cámara Oro Destellante se recuperara por sí misma, pero no hubiera sido
un problema lidiar con la crisis actual. Después de todo, era un negocio muy
lucrativo y habría generado fácilmente mucho más que 8000 unidades de oro.
Desafortunadamente, los tres alquimistas se marcharon y si todavía quedaban
materiales en el depósito, eran mercancías baratas. Sin las habilidades de un
alquimista para convertir materia prima en oro y demás, incluso venderlo todo no
sería suficiente para saldar la deuda.
—Como sea, echemos un vistazo.
—¿El joven maestro quiere verlo? —El viejo mayordomo se detuvo, sintiéndose un
poco extraño. Desde que el Joven Maestro despertó de ese desmayo, parecía ser
diferente. El anterior Mafa Merlin jamás hubiera sido capaz de decir esas palabras
tan atrevidas frente al miserable de Fario.
Y luego estaba ese Jimmy. Su penosa escena aullando y llorando después de que
su mano se hubiese quemado asustaba al mayordomo. El Joven Maestro ni
siquiera se inmutó o hizo una mueca de dolor y mantuvo la calma mientras asaba
la mano del maleante. Era como si se hubiera convertido en una persona
totalmente distinta del joven ansioso y preocupado de hacía unos días.
De hecho, había crecido ante la adversidad. Era una lástima que el Maestro no
pudiera verlo.
Mientras hablaban, se escucharon pisadas al otro lado de la puerta. El invitado era
un muchacho de unos 20 años, no muy alto. Usaba una túnica negra en cuyas
mangas había bordado un dragón heráldico. Era la túnica estándar de Okland, la
mejor escuela de magia del este del reino.
Sin duda alguna era un estudiante de esta escuela y ya se había convertido en un
mago, dado que solo un mago podía revestir la túnica negra.
El joven mago entró apresurado sin esperar permiso de ningún tipo. Luego de ver
el polvoriento vendaje de Pavey, se enojó de repente. —¡Mafa Merlin! ¡Mira lo que
has hecho! Mi padre ha trabajado para tu familia durante más de 30 años y aún
tiene que ayudarlos a limpiar sus desastres. ¿Este es el mérito de la familia
Merlin? ¿Cómo no tienes vergüenza de permitir que mi padre sea lastimado así?
—Raymond, ¡cállate! —El viejo mayordomo reprendió a su hijo e intentó explicar lo
que había sucedido en defensa de su joven maestro.
El problema era que Raymond tenía muy mal temperamento. ¿Cómo podía
escuchar una explicación después de ver a su padre herido de esta manera? Su
padre había trabajado para los Merlin hacía más de 30 años. Siempre había
trabajado incesantemente sin queja, siendo infaliblemente leal. Aunque la cámara
de comercio Oro Destellante se estaba hundiendo, permaneció a su lado
testarudamente para cuidar al joven maestro. ¿Y cuál era el resultado?
Cuando las noticias del accidente se propagaron, Raymond se preocupó mucho.
Estaba asustado por si su padre pudiese enfrentarse a aquellas personas que
viniesen a reclamarle dinero, así que solicitó unas vacaciones de diez días para
viajar desde Estrella Caída hasta la ciudad de Mil Velas. En el camino descubrió
que el joven primo de Locke Merlin, Fario, había contratado a Jimmy para cobrar
la deuda.
Raymond creció en la ciudad de Mil Velas desde niño. ¿Cómo no iba a saber
quién era Jimmy? Se apresuró hacia la casa de la familia Merlin, con su corazón
acelerado por la ansiedad y, al entrar, notó el estado de su padre. La ira que
sentía se dirigió hacia Lin Yun.
Para ser honestos, Raymond siempre había despreciado a Mafa. El joven maestro
tenía un padre poderoso, siempre tuvo las mejores condiciones al entrar al mundo
de la magia e incluso tuvo la oportunidad de tener un Archimago como mentor.
Cuando necesitó materiales para sus experimentos, su padre simplemente le
regaló una tienda de alquimia. Cada año gastaba hasta 100 000 unidades de oro.
A pesar de gozar de estas circunstancias especiales, siempre estuvo estancado
en el límite de convertirse en mago. Después de tantos años y de tanto dinero,
todavía era un simple Aprendiz de Mago nivel 9. Raymond siempre creyó que, si él
hubiese gozado de estos beneficios, hubiera logrado muchísimo más para
entonces.
Más adelante, Raymond consiguió convertirse en mago y volvió a ver a Mafa
Merlin, pero ya sin envidia ni celos. Desde que era un mago no podía estar celoso
de un simple aprendiz, pertenecían a dos mundos diferentes, y era improbable que
se cruzaran. Como decían los profesores en la escuela de magia: «La existencia
inferior de un Aprendiz de Mago ordinario no era digna de atención».
—Joven maestro, lo lamento, este mocoso le gritó sin estar al tanto de nada. Solo
espere, lo regañaré y lo obligaré a disculparse.
—No importa, Raymond es joven, es normal que sea impetuoso —dijo Lin Yun
antes de dirigirse a la puerta—. Ah, por cierto, Raymond, tu padre está herido y
necesita descansar. Llegaste justo a tiempo, sígueme a la Rosa Dorada.
— Yo... —Raymond estaba atragantado de la rabia. ¿Esta sabandija quiere morir?
¡Un simple Aprendiz de Mago nivel 9 acababa de usar ese tono frente a un gran
mago!
Lamentablemente, este gran mago no tuvo tiempo de explotar en cólera, porque el
viejo mayordomo lo hizo primero. —Pequeño imbécil, ¿quieres enojarme hasta la
muerte?
—Vale, vale. Lo entiendo —accedió Raymond. No había tenido una madre, así
que el viejo Pavey lo había criado solo. Raymond respetaba mucho a su padre...
Y le temía un poco. Cuando vio cuán enojado estaba su padre, la dignidad del
Joven Mago pasó a segundo plano en su mente. Sonrió y le preguntó a su padre
sobre sus heridas y, tras confirmar que se encontraba bien, cogió su varita mágica
y siguió a Lin Yun.
El trayecto desde la casa de Merlin a la Rosa Dorada era una caminata de 20
minutos. En el camino, Raymond no miró a Lin Yun. Por el bien del anciano, por lo
menos mostraría la apariencia de decoro, pero este muchacho no conocía su lugar
y Raymond definitivamente iba a intentar avergonzarlo.
Raymond no sabía con certeza cuál era la intención de Mafa Merlin.
Un aprendiz estancado en el nivel 9 tenía la oportunidad de estar en contacto con
un verdadero mago. ¿Cómo no iba a aprovechar para intentar hacer amistad con
él? Sin mencionar que la experiencia de Raymond en formar un remolino de maná
sería suficiente para ayudar a Mafa a evitar incontables infortunios. Mientras el
joven maestro Merlin no actuara como un tonto, podría hacer toda clase de
preguntas.
—Cuando intente ser mi amigo, dejaré de jugar e intentar provocarlo y usaré el
tono de un mago para aleccionarlo.
«Bien, suena como un plan», pensó.
Así, Raymond esperó a que se acercase su presa...