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Chapter 4 - Capítulo 4: Mago

Después de ver la silueta regordeta de Fario desaparecer en la distancia, Lin Yun

se giró y miró a los dos matones de Jimmy. —¿Aún no se marchan? ¿Están

esperando que los invite a quedarse a cenar?

Los dos estúpidos matones salieron de su estupor con las palabras de Lin Yun.

—Eh... Estamos en camino, nos vamos.

Una vez que los matones se llevaron a Jimmy, la casa recuperó su tranquilidad y

Lin Yun guió al mayordomo a una silla. Los moretones en su brazo fueron

vendados. Todavía estaba frunciendo el ceño mientras murmuraba: —Joven

Maestro, las 8000 unidades...

—No te preocupes, puedo manejarlo —respondió casualmente Lin Yun. En

realidad, no tomaba en serio una deuda de unas meras 8000 unidades de oro. La

razón detrás de ello no era porque el concepto de moneda hubiese caído en

desuso cerca del fin del mundo. De hecho, Lin Yun deseaba dinero más que

nadie. Lo anhelaba desde que tuvo su buena cuota de gente peleando hasta la

muerte por un poco de agua fresca. Su situación era muchísimo mejor ahora.

Mientras fuera lo suficientemente rico, podría comprar todo lo que quisiera o

necesitase.

En realidad, 8000 unidades no era mucho, por lo menos para alguien que estaba

muy por encima de los magos de esta era. Pagar las 8000 unidades no le costaría

mucho trabajo, ya que tenía muchas formas de conseguirlo en tres días.

Apenas había logrado escapar del fin del mundo mediante una transmigración,

había terminado en un cuerpo desconocido y finalmente fue confrontado hacía

momentos por Fario y Jimmy. Después de todo esto su mente era un desastre.

¿Cómo podría tener tiempo de pensar en esas 8000 unidades de oro?

Pero el hecho de que a él no le importara, no significaba que a su mayordomo

tampoco le importase. Al ver la cara despreocupada del Joven Maestro, el anciano

mayordomo le advirtió: —Joven Maestro, no podemos juntar esa suma en este

momento. Para compensar las pérdidas, ya hemos vendido todas nuestras

propiedades e indemnizado a las familias de los fallecidos. En realidad, no

tenemos dinero.

—Acabo de recordar que cuando mi padre vivía, puso un negocio de alquimia a mi

nombre, ¿no es así? —Lin Yun había visto los recuerdos de Mafa Merlin y pensó

que este hecho era bastante interesante. Aunque el negocio estaba a su nombre,

normalmente lo dirigía la gente de Locke Merlin. La única cosa que su padre había

hecho era facilitarle la compra de materiales mágicos y reactivos.

—El negocio de alquimia aún está ahí, pero...

—¿Pero?

—Pero después del accidente marítimo, los tres alquimistas se fueron. No les

culpo. Con la situación actual de la cámara de comercio Oro Destellante, debían

pensar en ellos mismos —explicó el mayordomo mientras sacudía la cabeza. La

parte más importante de cualquier tienda de alquimia eran los alquimistas. Locke

Merlin había gastado una gran cantidad de dinero para conseguir a aquellos tres

alquimistas, que estaban en la cima de todas las otras cámaras de comercio de la

ciudad de Mil Velas. Si se hubiesen quedado, quizás no hubieran podido lograr

que la cámara Oro Destellante se recuperara por sí misma, pero no hubiera sido

un problema lidiar con la crisis actual. Después de todo, era un negocio muy

lucrativo y habría generado fácilmente mucho más que 8000 unidades de oro.

Desafortunadamente, los tres alquimistas se marcharon y si todavía quedaban

materiales en el depósito, eran mercancías baratas. Sin las habilidades de un

alquimista para convertir materia prima en oro y demás, incluso venderlo todo no

sería suficiente para saldar la deuda.

—Como sea, echemos un vistazo.

—¿El joven maestro quiere verlo? —El viejo mayordomo se detuvo, sintiéndose un

poco extraño. Desde que el Joven Maestro despertó de ese desmayo, parecía ser

diferente. El anterior Mafa Merlin jamás hubiera sido capaz de decir esas palabras

tan atrevidas frente al miserable de Fario.

Y luego estaba ese Jimmy. Su penosa escena aullando y llorando después de que

su mano se hubiese quemado asustaba al mayordomo. El Joven Maestro ni

siquiera se inmutó o hizo una mueca de dolor y mantuvo la calma mientras asaba

la mano del maleante. Era como si se hubiera convertido en una persona

totalmente distinta del joven ansioso y preocupado de hacía unos días.

De hecho, había crecido ante la adversidad. Era una lástima que el Maestro no

pudiera verlo.

Mientras hablaban, se escucharon pisadas al otro lado de la puerta. El invitado era

un muchacho de unos 20 años, no muy alto. Usaba una túnica negra en cuyas

mangas había bordado un dragón heráldico. Era la túnica estándar de Okland, la

mejor escuela de magia del este del reino.

Sin duda alguna era un estudiante de esta escuela y ya se había convertido en un

mago, dado que solo un mago podía revestir la túnica negra.

El joven mago entró apresurado sin esperar permiso de ningún tipo. Luego de ver

el polvoriento vendaje de Pavey, se enojó de repente. —¡Mafa Merlin! ¡Mira lo que

has hecho! Mi padre ha trabajado para tu familia durante más de 30 años y aún

tiene que ayudarlos a limpiar sus desastres. ¿Este es el mérito de la familia

Merlin? ¿Cómo no tienes vergüenza de permitir que mi padre sea lastimado así?

—Raymond, ¡cállate! —El viejo mayordomo reprendió a su hijo e intentó explicar lo

que había sucedido en defensa de su joven maestro.

El problema era que Raymond tenía muy mal temperamento. ¿Cómo podía

escuchar una explicación después de ver a su padre herido de esta manera? Su

padre había trabajado para los Merlin hacía más de 30 años. Siempre había

trabajado incesantemente sin queja, siendo infaliblemente leal. Aunque la cámara

de comercio Oro Destellante se estaba hundiendo, permaneció a su lado

testarudamente para cuidar al joven maestro. ¿Y cuál era el resultado?

Cuando las noticias del accidente se propagaron, Raymond se preocupó mucho.

Estaba asustado por si su padre pudiese enfrentarse a aquellas personas que

viniesen a reclamarle dinero, así que solicitó unas vacaciones de diez días para

viajar desde Estrella Caída hasta la ciudad de Mil Velas. En el camino descubrió

que el joven primo de Locke Merlin, Fario, había contratado a Jimmy para cobrar

la deuda.

Raymond creció en la ciudad de Mil Velas desde niño. ¿Cómo no iba a saber

quién era Jimmy? Se apresuró hacia la casa de la familia Merlin, con su corazón

acelerado por la ansiedad y, al entrar, notó el estado de su padre. La ira que

sentía se dirigió hacia Lin Yun.

Para ser honestos, Raymond siempre había despreciado a Mafa. El joven maestro

tenía un padre poderoso, siempre tuvo las mejores condiciones al entrar al mundo

de la magia e incluso tuvo la oportunidad de tener un Archimago como mentor.

Cuando necesitó materiales para sus experimentos, su padre simplemente le

regaló una tienda de alquimia. Cada año gastaba hasta 100 000 unidades de oro.

A pesar de gozar de estas circunstancias especiales, siempre estuvo estancado

en el límite de convertirse en mago. Después de tantos años y de tanto dinero,

todavía era un simple Aprendiz de Mago nivel 9. Raymond siempre creyó que, si él

hubiese gozado de estos beneficios, hubiera logrado muchísimo más para

entonces.

Más adelante, Raymond consiguió convertirse en mago y volvió a ver a Mafa

Merlin, pero ya sin envidia ni celos. Desde que era un mago no podía estar celoso

de un simple aprendiz, pertenecían a dos mundos diferentes, y era improbable que

se cruzaran. Como decían los profesores en la escuela de magia: «La existencia

inferior de un Aprendiz de Mago ordinario no era digna de atención».

—Joven maestro, lo lamento, este mocoso le gritó sin estar al tanto de nada. Solo

espere, lo regañaré y lo obligaré a disculparse.

—No importa, Raymond es joven, es normal que sea impetuoso —dijo Lin Yun

antes de dirigirse a la puerta—. Ah, por cierto, Raymond, tu padre está herido y

necesita descansar. Llegaste justo a tiempo, sígueme a la Rosa Dorada.

— Yo... —Raymond estaba atragantado de la rabia. ¿Esta sabandija quiere morir?

¡Un simple Aprendiz de Mago nivel 9 acababa de usar ese tono frente a un gran

mago!

Lamentablemente, este gran mago no tuvo tiempo de explotar en cólera, porque el

viejo mayordomo lo hizo primero. —Pequeño imbécil, ¿quieres enojarme hasta la

muerte?

—Vale, vale. Lo entiendo —accedió Raymond. No había tenido una madre, así

que el viejo Pavey lo había criado solo. Raymond respetaba mucho a su padre...

Y le temía un poco. Cuando vio cuán enojado estaba su padre, la dignidad del

Joven Mago pasó a segundo plano en su mente. Sonrió y le preguntó a su padre

sobre sus heridas y, tras confirmar que se encontraba bien, cogió su varita mágica

y siguió a Lin Yun.

El trayecto desde la casa de Merlin a la Rosa Dorada era una caminata de 20

minutos. En el camino, Raymond no miró a Lin Yun. Por el bien del anciano, por lo

menos mostraría la apariencia de decoro, pero este muchacho no conocía su lugar

y Raymond definitivamente iba a intentar avergonzarlo.

Raymond no sabía con certeza cuál era la intención de Mafa Merlin.

Un aprendiz estancado en el nivel 9 tenía la oportunidad de estar en contacto con

un verdadero mago. ¿Cómo no iba a aprovechar para intentar hacer amistad con

él? Sin mencionar que la experiencia de Raymond en formar un remolino de maná

sería suficiente para ayudar a Mafa a evitar incontables infortunios. Mientras el

joven maestro Merlin no actuara como un tonto, podría hacer toda clase de

preguntas.

—Cuando intente ser mi amigo, dejaré de jugar e intentar provocarlo y usaré el

tono de un mago para aleccionarlo.

«Bien, suena como un plan», pensó.

Así, Raymond esperó a que se acercase su presa...