La voz del anciano era muy suaves y sus pasos también. Tenía una figura delgada y su cabeza estaba llena de canas. No se veía diferente de un anciano común y corriente.
Pero después de las palabras del viejo, todo el vestíbulo se quedó en silencio. Las ráfagas de los vientos ya no silbaban, el maná ya no fluía y la hostilidad desapareció instantáneamente. Era como si todo estuviera congelado.
Parecía como si ese anciano común y corriente llevara un poder mágico indescriptible. El solo hecho de bajar las escaleras hizo que todos sintieran una presión sin límites.
—¿Y qué?
Aunque Lin Yun era solo un Gran Mago de nivel 5, era el más sensible al flujo de maná y al cambio de los elementos mágicos. En esta presión sin límites, Lin Yun podía sentir que este poder no provenía del viejo hombre en sí, sino del mundo.