A unos cientos de kilómetros de distancia, un grupo de magos que vestían todo tipo de túnicas largas estaban parados en la entrada de una cueva. La tierra a varios miles de metros de ellos había quedado ennegrecida. En el suelo yacían los cuerpos de extrañas criaturas, que tenían cuatro alas y cabezas de cocodrilo. Llamas negras se extendían lentamente e incineraban los cuerpos.
"Sir Myers, este avión es verdaderamente una bendición. Solo llegamos aquí por casualidad, sin embargo, este avión resulta ser tan maravilloso como el paraíso. Cuenta con maná y recursos infinitos. Todas las plantas aquí contienen maná. Incluso hay dos soles.
"Lo más importante es que en un ambiente tan favorable, solo hay bestias sin cerebro que son absolutamente estúpidas. Qué maravilloso. Las ondas de esta cueva sugieren que debe haber muchos cristales de maná en ella. Además, el maná en ellos es muy puro. . Son mejores que cualquier cristal de maná en Noscent..."