En el cielo, una gran cantidad de hechizos abisales crearon nubes negras que giraron para formar un vórtice. Una gruesa columna de humo negro cayó en ese vórtice en el centro del sangriento campo de batalla.
Un relámpago negro y espeso siguió al humo negro y golpeó el suelo. La tierra se abrió y apareció un enorme cráter volcánico. Tras la aparición de ese enorme cráter, el poder abisal ilimitado en el cielo se transformó en humo negro que se vertió en el cráter.
El volcán era como un monstruo que salía del subsuelo. Emergió rápidamente y, en pocos minutos, se convirtió en un enorme volcán.
Fuertes sonidos retumbantes resonaron cuando el volcán entró en erupción.
La lava y las llamas interminables se extendieron desde el volcán, y las nubes negras condensadas por el poder abisal también se reunieron allí.
